3 de febrero de 2018

Te dejé ir por Clare Mackintosh




Editorial: DeBolsillo
Nº Pág.: 425 pág.
Género: Suspense, Domestic Noir
Primera edición: junio 2016











Todo sucedió muy rápido. No podría haberlo evitado... ¿o sí?

En un solo segundo, el mundo de Jenna Gray se ha convertido en una pesadilla. Su único deseo ahora es huir para empezar una nueva vida lejos de todo. Desesperada por escapar, alquila una pequeña casa en la costa de Gales, esperando encontrar allí el modo de olvidar.

Poco a poco, Jenna empezará a vislumbrar la luz de un futuro. Sin embargo, la persiguen sus miedos, una pena insoportable y el recuerdo de una oscura noche de noviembre que cambió su vida para siempre.

Porque nadie puede huir de su pasado... y el pasado está a punto de alcanzarla.



 ¿Alguna vez habéis leído un libro sólo por la portada? Esa vez que veis esa novela en aquella librería y decís “Si es tan bonito tiene que ser bueno”. Pues eso es lo que me pasó con esta novela. Pero como soy estudiante y no dispongo de un presupuesto muy elevado para mis lecturas lo tuve que dejar pasar. Pero… Bendita Biblioteca, la madre de todas las ilusiones lectoriles.

Me encontré con Te dejé ir hace poco en la estantería de las noveles negras y es una de esas novelas que han salido en los últimos dos años dentro de ese género domestic noir que se ha puesto de moda y que, reconozco, han caído varios en mis manos y con un resultado muy satisfactorio. Esta no ha sido la excepción: la autora ha conseguido que me prive de sueño sólo por conocer su historia.

La primera cosa que tengo que decir que aunque os hayáis leído la sinopsis, lo siento pero casi no os sirve de nada porque la trama es mucho más que eso. El libro empieza con una madre volviendo con su hijo a casa después del cole en un día de lluvia. El niño se suelta de su mano, sale corriendo a la calzada y un coche lo atropella, matándolo en el acto. Un principio muy potente. Pero la novela no es una sucesión trepidante de cosas. Después del atropello la acción se relentiza y para los amantes de algo más emocionante puede parecer que es aburrido pero a mí, personalmente me ha gustado.

Para entender lo que sucede después antes os cuento que el libro está dividido en dos partes. En la primera encontraremos capítulo narrados en primera persona, por Jenna, nuestra protagonista, que después de la tragedia decide irse de su casa, de su ciudad, Bristol, a un pueblecito de Gales a 150 kilómetros. Allí alquila una casita destartalada, completamente aislada del pueblo y de cualquier alma viva. Leeremos sus capítulos en primera persona dándonos cuenta de lo que sufre esta mujer. A algunos les puede parecer aburrido pero yo tengo cierta debilidad por las protagonistas que lo pasan mal y luego renacen, cuál ave fénix. Aunque tampoco sé si verdaderamente ha renacido…

“Nunca pensé que saldría huyendo. Nunca pensé que llegaría a tener que hacerlo”.

De forma intercalada leeremos también los capítulos de Ray y Kate. Ray es un inspector de policía y Kate su aprendiz, a los que les ha correspondido investigar el atropello de Jacob, el niño de cinco años. En este caso el narrador es en tercera persona, un narrador omnisciente que lo sabe todo de todos. También me gustaron estos capítulos y Ray, para mí, es mi personaje favorito del libro, pero, Señores Autores, ¿podéis dejar de contar la misma historia sobre un hombre de más de cincuenta años? Es decir, existen muchas tramas, muchos problemas personales que puedan afectar a un hombre de esa edad, no sólo El Problema. Cómo ya os imagináis no quiero decir más de la cuenta, pero tenía que escribir algo porque soy incapaz de callarme.

Y después de saber cómo le va a Jenna y cuán difícil es una investigación de un atropello con fuga donde nadie ha visto nada, pasa casi un año y un día Jenna abre la puerta de su casita y tenemos el giro más grande que he leído en NINGÚN libro antes. Y no, no estoy exagerando. Yo no me lo esperaba y nadie se lo va a esperar. Y si alguien dice que lo sabía, miente. Es más, sólo por esas dos líneas, por favor, leed esta novela.

Para mí era uno de esos momentos en los que me decía “acabo ese capítulo, el último de la primera parte, y me voy a dormir”. Pues no. Tuve que seguir leyendo.

Y en la segunda parte, aparece una tercera voz, aparte de la de Jenna, Ray y Kate. Es un hombre contándole a una mujer su historia, la de ellos dos, desde que él se fijó en ella y se enamoró y se propuso conquistarla. Uno puede intuir a quién se la cuenta y des del primero momento ya me imaginé por donde iba la historia. Y es que era leer sus capítulos y entrarme una mala leche y un repelús que no era normal. Pero ya no cuento más, que me embalo.

Así es cómo seguiremos leyendo el libro hasta el final. Se intercalan los capítulos de Jenna, el hombre misterioso y Ray y Kate. La historia se irá desarrollando hasta llegar al final. He leído un par de reseñas sobre esta novela y algunos alaban otro giro del final del libro. Sinceramente, no pareció como tal. No sé si es que el primero eclipsó cualquier cosa que pudiera ya pasar o es que a mí me sobró. Ahí dejo mi reflexión.

“¿Es así como funciona? Una mentira detrás de otra, todo diseñado para obtener el mínimo castigo posible. (…) Me pone enferma”.

Pese a que os recomiendo esta lectura, hay que reconocer que tiene cosas que no me han gustado nada. Y no sería sincera si no lo dijera. En concreto son tres. La primera es que deja cosas sin resolver, como es toda la trama del hijo de Ray, Tom, que está teniendo problemas y nunca sabremos cómo los encaja. Pese a ser algo secundario creo que merecía más atención. La segunda cosa que ya queda patente en esta reseña es la ausencia de citas que pueda incluir. Algunos diréis que no tiene importancia, pero yo sé que el hecho que no haya encontrado más es porque casi toda la trama se desarrolla en diálogos y porque la autora está más preocupada por “engañarnos” que por describir los diferentes personajes, porque si lo hiciese ya no sería tan fácil. Y eso no me gusta nada. Y la tercera es el final. Menos mal que me ha gustado el libro porque el final me ha enfadado. Me he sentido, valga la redundancia, engañada. Y después de investigar en internet y leer un artículo de la autora sobre ese final me he dado cuenta que no significa nada. Así que si leéis el libro simplemente omitid los últimos seis párrafos.


 P.D.: he escrito la reseña en apenas diez minutos, cosa que hace mucho que no pasaba. Sólo es un dato de lo fácil que se lee la novela y lo fácil que me fluyen las palabras al respecto.

Por Nitha.

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