Editorial: Grijalbo
Nº de páginas: 256Género: Novela
Año 1º edición: 2014
“Una historia
divertida y con más burbujas que la Coca-Cola, pero que también es el reflejo
de una dura realidad: la lucha de los inmigrantes ilegales en su camino hacia
la libertad. Una fábula de nuestro tiempo, un viaje iniciático por el corazón
humano, una sátira desternillante con una sutil moraleja.
Una historia con
final feliz. Una historia que te hará sentir bien.”
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Desde que
leí el título del libro sabía que acabaría en mis manos. Tenía que leerlo.
Dicen que la curiosidad mató al gato, y yo sentía que no podía seguir viendo
este libro en todas las estanterías de los templos literarios de mi ciudad y no
llevármelo nunca a casa. Tengo que agradecer que, al final, alguien que me
aprecia mucho me lo trajo a casa.
“La primera palabra que el indio Dhjamla
Mekhan Dooyeghas pronunció cuando llegó a Francia fue una palabra sueca. ¡El
colmo! “Ikea”.”
La
historia que nos ofrece este autor debutante es fresca, entretenida e inteligente.
En una novela que a simple vista parece plana, pero esconde una crítica social y
plasma una realidad que existe, a pesar de que el primer mundo quiera cerrar los
ojos a ella.
Realmente
me siento con las manos atadas para poder explicar algo más de este libro que
no sea el título porque es corto (bastante corto, aunque tenga muchas
páginas, la letras es grande y el espaciado considerable).
“-¿Cuáles hay disponibles?
- Rojo puma, azul tortuga o verde delfín.
- No acabo de entender la relación entre
colores y los animales – confesó Dhjamal, que no veía bien la relación entre
los colores y los animales mencionados.”
El libro
narra la historia de un faquir de la Índia, Dhjamal (que se pronuncia de mil
maneras según la persona que está hablando con el protagonista) y su viaje por
diferentes países de Europa y de África, donde se encontrará con todo tipo de
personajes que aportarán algo a la vida de nuestro protagonista.
Todo
comienza con Dhjamal viajando a París para comprar una cama de clavos en Ikea,
y a partir de ahí, se desata la locura, y como el destino juega con nuestros
personajes, con sus vidas y con sus historias. O más bien, como el autor nos
hace jugar con ellos.
“Ambos retomaron su camino. Uno iría hacía
el norte, el otro hacia el sur, pero los dos hombres guardarían para siempre el
recuerdo de los que había compartido. Quizás se cruzarían un día de nuevo. Mektoub.”
Tengo que
deciros que este libro guarda un secreto, y para los lectores compulsivos y
adictos a leerlo todo es como un regalo de Navidad: una segunda novela dentro.
Y, sinceramente, no se deciros cuál me ha gustado más.
Si habéis
visto este libro en algún lugar, y al leer el título os preguntáis un
“¿porqué?”, no lo dudéis más: abrid y devorad. Mektoub, sin duda, es el destino.
Por Nynia