25 de septiembre de 2016

Futuros Posts

Tenéis que imaginaros a una mujer avergonzada, de esas que tiene las mejillas teñidas de rojo por una situación que le ha sacado los colores. Una especie de Pippi Langstrum, en versión castaña sin pecas sin caballo y sin el mono, el Sr Nilsson. La tenéis en vuestra mente... Pues esa soy yo.

¿Y eso?

Pues, porque uno de mis propósitos de año nuevo era no abandonar el blog, sino ponerle más ganas y ser más constante con él. ¿Y cuál es el resultado? Pues que si hubiera sido un ser vivo, una planta, hace mucho que lo tendría que haber enterrado, por muerte cruel. Podría dar mil excusas a mi favor. Podría decir que Nynia no tiene ni un momento libre, que ha tenido ciertas situaciones estresantes que la han distraido no solo de postear, sino de leer; podría decir que Nitha ha tenido que compaginar estudios de oposiciones con trabajo en sus días libres que al final del día la han dejado extenuada; podría decir que ambas tienen unas preciosas mascotas que necesitan de su atención, una pareja que es un poco menos importante pero que merece sus atenciones; podría decir que somos superwomen pero en realidad no lo somos y el día tiene 24 horas. 

En cualquier caso, aquí estamos, después de siete meses (ay, ya han pasado casi tres cuartos del año) y no hemos cumplido con nuestro votos del 2016. Pero... Más vale tarde que nunca, dicen algunos. Yo no estoy muy de acuerdo con esta frase, pero hoy me conviene y la voy a usas a nuestro favor. Al fin y al cabo no se puede volver a reseñar y hacer ver que no pasa nada. De allí este pequeño post de autojustificación y otra tanda de promesas.

¿Por qué os hemos de creer ahora? Preguntaréis algunos. Pues bien, Nynia sigue con su vida un porquitín estresante que Nitha le quiere aliviar con sus posts. Y además, Nitha ha dejado el trabajo consciente del tiempo que le quita y que necesita para estudiar y disfrutar de algún que otro día libre, ergo reseñar más de dos veces al año. Y para demostraros que vamos en serio, he aquí algunos libros que próximamente verán su reseña. Están todos leídos y serán incluidos en este blog en las próximas semanas.


Y este post va dirigido a hacer un pequeño adelanto:


Solterona de Kate Bolick

Me encanta leer diarios y blogs y sobretodo los posts sobre los libros que vendrán. No me acuerdo dónde leí sobre Solterona, pero me pareció un libro genial por la idea que lo secunda. Kate cuenta su propia experiencia del descubrimiento de, lo que ella llama, sus cinco despertadoras, mujeres que fueron solteronas. Esto le permitió superar su propio miedo a este estado civil y llegar a desearlo. Un libro que no es una novela, es un ensayo, en realidad, pero tan bien escrito que además de permitir recuperar y darle una nueva definición a las solteronas permite conocer autoras de principios del siglo XX y extender esa cultura literaria internacional que tanto se nos niega a favor de Cervantes y Zorrilla, autores geniales, pero no Solteronas.



Los ángeles de hielo de Toni Hill

Esta ha sido una de mis apuestas de este Sant Jordi de 2016. Como cada año fui fiel a mis costumbres de ir a Barcelona y dedicar el día a mi afición literaria. Hay muchos autores que vienen y muchas novelas que tienen un hueco en este día. Toni Hill no era para mi un autor conocido, pero si se me pone delante un edificio presuntamente embrujado que en su tiempo fue un un colegio de niñas de bien y luego un psiquiátrico, un protagonista que ve visiones, unos crímenes inexplicables, curas, ejecuciones y Barcelona de principios del siglo XX, lo siento, pero me tiene embrujada como a las abejas la miel.



Dos Amigas de Elena Ferrante

Es una saga que consta de cuatro libros, pero de momento os apunto estos dos primeros, aunque los dos que faltan también serán reseñadas. Lo prometo porque son libros que me encantaron. Fue un descubrimiento en el blog Devoradora de Libros, uno de los mejores blogs que tengo el placer de leer. Fue ella quien me convenció para apostar antes que nadie por esta autora desconocida y no me arrepiento. Le doy las gracias.


 
El Ruiseñor de Kristin Hannah

Mi madre hace mucho tiempo que se declaró en huelga de regalarme cualquier libro. Dice que no lo necesito, que ya me compro yo misma suficientes. Pero este cumpleaños cayó
El Ruiseñor, una novela que al principio me pareció nada del otro mundo pero que al final me hizo llorar. Una historia que se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial en la Francia invadida. No creo que sea necesario que os explique mucho más sobre ella. Sólo tenéis que saber que los ruiseñores son pájaros que tienen fama de volver siempre a casa.






Crímenes y Culpa de Ferdinand Von Schirach

No sé si alguna vez lo he dicho ya, pero tanto Nynia como yo somos licenciadas en Derecho y el mundo de los crímenes nos fascina, por haber estudiado Derecho Penal y saber que el caso más simple puede volverse muy complejo. Tanto Crímenes como Culpa están escritos por este fenomenal autor, abogado en ejercicio, en Alemania, cuyo sistema penal es muy similar al nuestro. Se trata de un compendio de casos reales que este letrado ha tratado en su vida real y os lo resumo "la realidad supera la ficción". Alguno podría pensar que son libros difíciles de leer y no estáis más lejos de la verdad. Están escritos para un público lego en derecho, cada uno de ellos de unas cuantas historias, casi como un compendio de cuentos, que os harán pasar una o dos tardes muy entretenidas y alucinando sobre como es este mundo nuestro, tan civilizado y tan salvaje a la vez.

Hasta aquí el resumen que os tenía preparado. Prometo las reseñas y iré añadiendo los enlaces conforme las vaya incorporando al blog.

Seré constante con el blog. Palabra de boyscout.

Por Nitha.

El Último Adiós por Kate Morton






Editorial: Suma
Nº Pág.: 576 pág.
Género:Novela contemporánea
Primera edición: 2015









Un niño desaparecido...
Junio de 1933: en Loanneth, la mansión en el campo de la familia Edevane, todo está limpio y reluciente, listo para la tan esperada fiesta de solsticio de verano. Alice Edevane, de dieciséis años y escritora en ciernes, está especialmente ilusionada. No solo ha encontrado el giro argumental perfecto para su novela, también se ha enamorado perdidamente de quien no debería. Pero para cuando llegue la media noche y los fuegos artificiales iluminen el cielo estival, la familia Edevane habrá sufrido una pérdida tan grande quetendrá que abandonar Loanneth para siempre...
Una casa abandonada.
Setenta años más tarde: después de un caso especialmente complicado, Sadie Sparrow, investigadora en Scotland Yard, está cumpliendo un permiso forzoso en su trabajo. Refugiada en la casa de su abuelo en Cornualles, pronto comprueba que estar ociosa le resulta complicado. Hasta que un día llega por casualidad a una vieja casa abandonada rodeada de jardines salvajes y espesos bosques y descubre la historia de un niñito desaparecido sin dejar rastro...
Un misterio sin resolver.
Mientras tanto, en el ático de una elegante casa en Hampstead, la formidable Alice Edevane, ya anciana, lleva una vida tan cuidadosamente planeada como las novelas policíacas que escribe. Hasta que una joven detective empieza a hacer preguntas sobre su pasado familiar en un intento por desenterrar la intrincada maraña de secretos de los que Alice ha pasado toda su vida tratando de escapar.


Tengo que reconocer, antes de escribir nada, que Kate Morton es una de mis debilidades. Hasta el punto que hace tres Sant Jordis, la fiesta del libro de Cataluña, cuando vino a firmar libros, me aposté en la cola y conseguí una dedicatoria y conocer a una de mis autoras preferidas. No hablaba castellano pero mi inglés es bastante bueno y pude decir dos frases, abochornada, como si estuviese conociendo a un ídolo, cual Britney Spears o Justin Bieber.

Dejando de lado ese episodio y mi preciosa dedicatoria que tengo guardada en su anterior libro El Cumpleaños Secreto, que prometo que algún día reseñaré, tengo que decir que no todos sus libros son mis favoritos ni todos los mejores, cosa muy normal en este género y estas tramas en varios tempos. Empezando por el principio, Kate Morton es una autora que suele estructurar sus libros en dos o tres voces, cada una en una época distinta, que van intercalándose y construyendo una historia como un puzzle, encajando piezas poco a poco y culminando siempre en un final inesperado y sorprendente.

De todos sus libros tengo mis favoritos y alguno que no lo es tanto pero nunca jamás dejaría de leer sus historias porque es una de esas autoras que se merece mi tiempo y así es como El último adiós acabó en mis manos y no me defraudó. Para haceros mi resumen de lo que viene a continuación: me ha encantado.

Una de las cosas que más me gusta de sus libros son sus heroínas, son perfectas todas ellas a su manera. Algunas son más débiles, otras muy fuertes, algunas son día y noche a la vez, pero cada una te enseña alguna cosa y además, y eso es lo que más me gusta, te dejan una frase para recordar. En este caso ha sido Sadie Sparrow:

 "Me ordené a mí misma ponerme los pantalones de persona mayor y hacer lo que tenía que hacer."
 Efectivamente, en este caso las dos mujeres de El último adiós son Alice Edevane y Sadie Sparrow, una octogenaria y una treintañera, que no tienen nada que ver una con la otra, a excepción el lugar en el que cada una, en su época veraneaban en Inglaterra, Cornualles, tierra de mitos y leyendas. Y luego está Loeanneth, la casa del lago, que en ese mismo lugar se erige cual bella dama en una mecedora que cambia de humor conforme el cielo muta de color. Esa es otra de las características propias de Kate Morton, la de usar una mansión como si fuera un personaje más de su novela. Es una recurso literario que se ve mucho en las novelas de este estilo, pero si se hace mal, puede estropearlo todo. Sin embargo nuestra autora es una experta en ello, ya lo demostró en sus primeras novelas, La Casa Riverton y El Jardín Olvidado.

Volviendo al lío. Sadie Sparrow es una policía de renombre que ha de tomarse la baja forzosa por cierto caso policial y decide volver a casa de su abuelo en Cornualles para pasar esos días sin contar a sus parientas las razones de sus "vacaciones". Y es una de esas extrañas personas que no acabo de entender, a las que les gusta correr. Así es como descubre Loeanneth, una mansión victoriana, cerrada a cal y canto, pero abandonada como si sus habitantes se hubiesen desintegrado en el aire, en medio de una explanada en lo más profundo del bosque. Y allí es donde empieza su investigación y descubre que un niño de menos de un anito desapareció de esa casa, una noche, durante una fiesta, sin que se hubiese descubierto un rastro de él nunca jamás.

"Las currucas y los silbidos se estaban despertando, y a los lejos relinchó un caballo. No lo sabía entonces, pero jamás se libraría de ellos, de aquellos sonidos; la acecharían desde este lugar, desde este momento, invadiendo sus sueños y pesadillas, recordándole sin cesar lo que había hecho."
A partir de ese momento se va construyendo la historia a dos voces, por un lado Alice Edevane, hermana del desaparecido, que en aquel entonces era una muchacha de dieciséis años y Sadie Sparrow que en la actualidad no se resiste ante un hecho tan atroz, como es la desaparición de un niño.

"Alice notó una molesta punzada de algo parecido al remordimiento y suspiró con fuerza. Supuso que estar enamorada era lo que provocaba que sintiera de ese modo, esa compasión generalizada por todo el mundo que no fuera ella."
En esta novela hay muchos momentos cumbre, como los llamo yo. Me gusta su incertidumbre, su capacidad de sorprender al lector y ser capaz de llevarte por unos caminos que luego descubres que eran una simple tapadera para dar un giro radical a toda la trama. Tengo que reconocerlo que después de leer  El Jardín Olvidado, una novela no buena, sino sublime, no confío en mis ojos en lo que a KateMorton respecta. Es de esas autoras que hace surgir un conejo de la chistera en el último momento y eso también lo ha hecho aquí, en El último adiós. Fui capaz de adivinar la resolución de la desaparición del niño pero nunca hubiese imaginado ese final. Os invito a que intentéis mejorar mis dotes detectivescas porque no quedaréis defraudados.

Y aquí os dejo un enlace a las primeras páginas del El último adiós, publicado en El País.



Por Nitha

21 de septiembre de 2016

El Secreto de Gray Mountain por John Grisham








Editorial: Plaza & Janes Editores
Nº Pág.: 480 pág.
Género:Novela negra
Primera edición: 2015









Tras perder su trabajo en un prestigioso bufete de abogados, una joven se implica en la defensa de un paisaje en riesgo, en un territorio sin ley. La nueva heroína de Grisham es una caja de sorpresas. Hace una semana Samantha Kofer trabajaba en una prestigiosa firma de abogados de Nueva York. Ahora trabaja gratis en una asesoría legal para clientes sin recursos en una pequeña ciudad de Virginia. La caída de Lehman Brothers supuso para ella la pérdida del trabajo, de la seguridad y del futuro. Su mundo no tiene nada que ver con su vida pasada de peces gordos y bonos desorbitados. En la actualidad se enfrenta a clientes reales con problemas reales en las tierras del carbón, donde la ley es diferente y defender la verdad significa poner en peligro la vida. Su nuevo jefe se dedica a demandar a las compañías mineras por los destrozos medioambientales que están devastando la comarca, y mucha gente lo odia por ello. La vida de Samantha ha dado un giro de 180 grados.


Hace mucho tiempo que no leía algo del Sr. Grisham, uno de los mejores autores del thriller legal. Creo que nunca lo he dicho en el blog, pero tanto Nynia como yo, somos licenciadas en Derecho y por lo tanto amamos las novelas de Grisham y a otros autores legalistas. En cualquier caso, me topé con este novela en las novedades y me invadió la nostalgia, así que dejé de resistirme como en el segundo 6 y la empecé.

Todo lo que necesitáis saber sobre esta novela lo tenéis en la sinopsis, que es muy completa y está muy bien explicada. Samantha es una joven que acaba de ser despedida de su empresa en el inicio de la actual crisis, por allá, en el 2007. Y le ofrecen mantener la antiguedad con opción de volver a contratarla en el plazo de un año si durante ese tiempo se dedica a trabajar gratuitamente para alguna organización sin ánimo de lucro. Y así es como Samantha acaba en un pueblecillo en el corazón de los Apalaches. Dejando de lado mi valoración absolutamente negativa respecto del trato que se le ofrece (algunas empresas realmente se creen los amos del mundo), es sorprendente la clase de aventuras legales que se puede ver en un pueblecillo de unos pocos habitantes.

"Como abogada, nunca se había sentido tan digna. Como persona, nunca se había sentido tan necesitada."

Una de las cosas más interesantes de este libro es toda la historia, a la que se hace referencia, de las minas al aire libre. Realmente es un tema muy difícil, con muchas ramificaciones y muy grave. Además, creo que muchos de nosotros no sabes lo que es, ni las repercusiones que tiene y que, al menos yo, no conocía antes de esta lectura. Más o menos al llevar un cuarto del libro tuve que buscar las minas al aire libre en internet y lo que he leído me ha chocado mucho. No sabía, no conocía esta faceta tan destructiva del ser humano y eso que el cambio climático está a la orden del día. Sólo por eso es recomendable pasar de la portada.

Pero Samantha y las minas no son los únicos personajes en el mundo de Gray Mountain. Está su padre, un abogado caído en desgracia y resurgido, cual ave fénix de sus cenizas. Una personalidad pecualiar la suya, ya que aún después de leer toda la historia no me he decidido si catalogarlo como bueno o malo. Pero esa es la gracia de la vida y de las novelas de Grisham, que no todo es blanco o negro sino que hay una gran gamma de grises.

" - Eso es maravilloso, Samantha. Ahora hablamos de derecho de verdad, no de construir rascacielos. Cómo me enorgullezco de ti. Vamos a demandar a alguien."
"Su padre siempre había dicho que los abogados penalistas eran una especie extraña. caminaban por una delgada entre importantes sentencias y fracasos catastróficos, y los grandes de veras no temían los riesgos."

Por supuesto que hay más personajes que descubrir, personas que son muy reales tal como las describe Grisham y que tienen vidas también muy reales. En este punto es donde encontramos el trabajo de Samantha en la empresa de ayuda legal sin ánimo de lucro, dónde se ven diferentes historias que pasan en nuestro mundo y que, aunque las conozcamos por las noticias, es interesante verlas des del punto de vista legal. Ese mundo de la Justicia, esa de las letras mayúsculas, que Grisham nos quiere transmitir en las novelas y que muchos no entienden, por creer a las leyes injustas.

"En el mundo de Marshall Kofer, cualquier compañía de ciertas proporciones tenía que haber cometido delitos atroces para tener éxito en el encarnizado mundo del capitalismo occidental. Los abogados (y quizá los exabogados) como él estaban destinados a descubrir malas praxis y poner pleitos como locos."

Recomiendo esta novela no sólo por el hecho que leer a John Grisham debería ser una obligación moral de todos (lo siento, pero me encanta este autor) sino también porque en sus libros se habla de problemas reales, en este caso las minas al aire libre. Son temas conocidos, de los que hay mucha información en internet pero no son conocidos para la opinión pública, ni salen en televisión ni en los periódicos. Gray Mountain es una oportunidad de formarse una opinión al respecto a la vez que se disfruta de una ágil lectura que engancha hasta la última página.



Por Nitha