27 de septiembre de 2018

Tan poca vida por Hanya Yanagihara


Título: Tan poca vida
Autor: Hanya Yanagihara
Editorial: Lumen
Nº Pág.: 1008 pág.
Género: Novela Contemporánea
Primera edición: septiembre 2016



Una novela que sigue el hilo de la gran literatura norteamericana y que ha llegado para dar un nuevo sentido al silencio y un nuevo valor a las emociones.
La novela que hay que leer.
Para descubrir...
Qué dicen y qué callan los hombres.
De dónde viene y dónde va la culpa.
Cuánto importa el sexo.
A quien podemos llamar amigo.
Y finalmente...
Qué precio tiene la vida y cuándo deja de tener valor.
Para descubrir eso y más, aquí está Tan poca vida, una historia que recorre más de tres décadas de amistad en la vida de cuatro hombres que crecen juntos en Manhattan. Cuatro hombres que tienen que sobrevivir al fracaso y al éxito y que, a lo largo de los años, aprenden a sobreponerse a las crisis económicas, sociales y emocionales. Cuatro hombres que comparten una idea muy peculiar de la intimidad, una manera de estar juntos hecha de pocas palabras y muchos gestos. Cuatro hombres cuya relación la autora utiliza para realizar una minuciosa indagación de los límites de la naturaleza humana.


Todos tenemos distintos criterios para valorar lo que nos gusta y lo que no en un libro. Y todos son lícitos. Personalmente, una de las cosas que más valoro en una novela es que me haga sentir algo, lo que sea, pero que ese sentimiento, después de volver la última página, perdure, quizás no infinitamente pero sí durante un tiempo. Hoy traigo uno de esos libros que me han acompañado durante todo el verano y creo que seguirá conmigo por un tiempo y me gustaría compartirlo con todos.

"(...) siempre era más fácil creer lo que uno ya pensaba que intentar cambiar de parecer".

Quizás hayáis oído algo de Tan poca vida. Hace un par de años se convirtió en un éxito sonado, ganadora o finalista de todos los premios habido y por haber. Un descubrimiento. Un éxito mundial. Todo eso unido al hecho de que no es un libro "fácil" de leer de más de 1000 páginas demuestra que algo tenía que tener porque, seamos sinceros, no todos se atreven con esa extensión y menos con la temática que os vengo a contar a continuación. A mí se me quedó en la retina y allí ha seguido hasta que me lo he leído.

Nos encontramos con una sinopsis que nos promete relatar los entresijos de la amistad masculina, un tema bastante infratratado en el mundo literario, huelga decirlo. Conoceremos a nuestros cuatro protagonistas: Malcom, arquitecto con pretensiones artísticas, un chico de familia bien que sufre porque su padre no cree en él; Willem, que pronto pasará de camarero a actor de primera fila, un chico de familia modesta con un pasado difícil; JB, un hombre de raza negra al que le obsesiona en cierta medida la cuestión racial, que sueña con ser un pintor de éxito y pinta cuadros a partir de fotos de sus amigos; y Jude, un chico muy listo con un pasado peor que trágico que se convierte en un abogado con gran éxito profesional en su campo.

 "¿De qué tiene que preocuparse?", les preguntaba JB cuando veían a Malcolm angustiado por algo. Pero Jude sabía la respuesta. Se preocupaba porque estar vivo significaba preocuparse, porque la vida era aterradora y una incógnita".

Al inicio de la novela la autora nos presenta a los cuatro amigos que se conocen en la universidad y se convierten en inseparables. Es cierto que entre algunos de ellos hay más afinidad que con los demás, así JB y Malcolm hacen piña y Willem y Jude también. Es la parte donde vemos como funciona ese grupo de cuatro, como se interrelacionan y cómo la amistad fluye de uno a otro. La autora toca algunas teclas del tema racial, puesto que JB es negro y Malcolm es mestizo, pero pronto se deja al margen a favor de otros aspectos. Nos muestran sus ganas de progresar y triunfar a lo largo de varias décadas, situando la acción en Manhattan, como una burbuja geográfica. Nunca sabremos exactamente en qué año/época nos encontramos, no hay referencia a sucesos políticos o sociales que nos permite ubicar la historia. Con lo cual nos encontramos también en una indefinición temporal que lo que pretende es que nos centremos en los personajes y sus historias y relaciones, dejando aparte todo lo demás. 

Pero poco a poco la historia se irá centrando en uno de ellos, Jude. El hombre más misterioso, con un pasado ambiguo y muchos secretos. La autora nos empezará a contar el pasado de Jude a cuentagotas, comenzando en el momento en que de bebé fue abandonado en un monasterio y vivió durante su infancia a cuidado de los monjes. Pero ese viaje no será nada fácil porque el mismo Jude se ha autoimpuesto el olvido para inmunizarse de todo su pasado. Este viaje, que durará lo que dure casi toda la vida de Jude, es como una bajada a los infiernos para él. Personalmente me dio la sensación de que, a la vez que se nos contaba la historia, es como si Jude se la contase a sí mismo y la asumiese, para poder seguir en paz.

"Su silencio empezó siendo una protección, pero con los años se ha transformado en algo casi opresivo, algo que lo controla, y no al revés. Ahora no es capaz de encontrar una salida aunque quiera. (...) Sabe que hay una salida, pero no va bien equipado; no tiene herramientas para empezar a trabajar, y escarba inútilmente con las manos la superficie resbaladiza del hielo".

La autora nos irá introduciendo en una espiral extraordinaria pero muy dolorosa en la que nos daremos cuenta de la terrible realidad de este personaje. Jude St. Francis se convertirá en nuestro protagonista y Willem, su compañero, en una figura necesaria en su vida, su mejor amigo, la familia que nunca tuvo. Toda la novela se convierte en una oda al dolor, tanto físico como emocional. El nivel de intensidad va in crescendo durante las 1000 páginas y Hanya Yanagihara es una maestra en ello. Es como una montaña, una subida constante que no para. Como lectora quieres parar pero no es posible, páginas se suceden una tras otra y pese a que algo se te remueve dentro sigues, porque hay tan poca vida para vivirlo todo.

Con esto quiero decir que es una novela dura, difícil, dolorosa, aberrante en ocasiones, pero en su crueldad está la belleza. Logra enganchar al lector pese a que la mayor parte son descripciones, metáforas y muchos, muchos adjetivos. Hoy en día en las series está de moda aquello que "si algo puede salir mal, saldrá mal" y ese es el principio que inspira en parte esta novela. En alguna entrevista a la autora leí que su intención era destrozar un poco el sueño americano con el personaje de Jude. Es decir, él no lo ha tenido fácil pero en la edad adulta se convierte en un hombre de éxito, es respetado en su profesión, gana mucho dinero y pude decirse aquello de que "lo tiene todo en la vida". Pero no es así, Jude nunca lo tendrá todo porque su pasado siempre marcará su presente.  

"-¿Eres feliz?- le preguntó una vez a Jude (debían de estar borrachos).
-No creo que la felicidad sea para mí- le respondió él por fin, como si Willem le hubiera ofrecido un plato que no quería probar-. Pero sí lo es para ti, Willem".

Lo cierto que pese a todas sus virtudes esta novela tampoco está exenta de defectos. Y está bien que así sea, le añade autenticidad. Su extensión es una de ellas, pues hay partes que podrían perfectamente ser suprimidas, sus innumerables descripciones y temas introducidos al azar han sido muy criticados por algunos. Personalmente no me han hecho la lectura más pesada, ni han interrumpido excesivamente el argumento, a parte de alguna ocasión concreta. El estilo de la autora es coherente del principio al fin. Otros, han criticado la indefinición temporal y geográfica. Es verdad que he echado de menos un poco de contexto social, pues creo que nuestro entorno y los acontecimientos que nos rodean nos definen un poco. Y lo más probable es que esta historia tuviese lugar entre los años cincuenta hasta el nuevo milenio y es una época muy significativa para todos los aspectos de la vida.

También me he encontrado con algún error en la historia, dos frases con cientos de páginas entre ellas que no tienen sentido escritas juntas. Cualquier otro lector quizás ni lo notaría pero confieso que las últimas 400 páginas me las leí casi del tirón y lo tenía muy fresco. Por último, quería remarcar que me chirría un poco que los cuatro amigos tengan éxito en sus respectivos campos. No hay lugar en la historia de Hanya Yanagihara para el fracaso profesional, éste solo está reservado a la vida privada y/o emocional.

"Lo que no sabía del éxito era que volvía aburrida a la gente. El fracaso también la volvía aburrida, pero de otro modo. Los fracasados luchaban sin cesar por el éxito. Los que lo alcanzaban también luchaban, por mantenerlo. Era la diferencia entre correr al aire libre o en una cinta; correr era aburrido de cualquier manera, pero al menos el que corría al aire libre se movía por otro paisaje, con distintas vistas".

No me gustaría acabar esta reseña sin enfatizar en lo que creo que es de las mejores características de esta novela: sus personajes secundarios, que están todos tan bien caracterizados y con un papel tan definido. Mención especial para Harold, profesor de universidad que acoge a Jude bajo su ala; o Richard, amigo de JB que se convierte en un quinto integrante del grupo; o Andy, vaya papelón el de este hombre, una auténtica lucha entre el juramento hipocrático y la amistad. Las mujeres no tienen un papel en esta novela, pero al fin y al cabo es una historia de hombres, entre hombres y con hombres. Des de luego se echa por tierra la idea de que los hombres no siente, no sufren y no padecen. Exquisito.

Por todo eso me faltan palabras para describir lo que he "disfrutado" con esta novela. Y pongo las comillas porque no ha sido un disfrute en el sentido propio de la palabra. Más bien, he sufrido, he llorado (y mucho) y me he quedado inmersa en una oleada de emociones que no puedo ni describir. Pese a todos sus defectos creo que será mi mejor lectura del año, y si no, la que más me ha hecho sentir y pensar. JB y Malcolm, Willem y sobretodo Jude, se quedarán conmigo durante un buen tiempo simplemente porque no les quiero dejar marchar. Me he identificado tanto con ellos y los he sentido tan cerca... Sé que es muy difícil recomendar una novela de 1000 páginas porque no todo el mundo se atreve ni tiene ganas, pero si hay una que recomendar esa sería esta. Sin duda.

"-Sé que no te sirve- le dice por fin-, pero yo también te quiero, Jude".




Por Nitha

22 de septiembre de 2018

The Giver por Lois Lowry


Título: The Giver
Autor: Lois Lowry
Editorial:  Bookstore
Nº Pág.: 180 pág.
Género: Juvenil, Distopía, Ciencia Ficción
Fecha de Publicación Original: 1993
Primera edición: julio 2015



The Giver. El dador de recuerdos. Diciembre es el mes en el que se celebra la Ceremonia anual en la que los Doce reciben sus asignaciones vitalicias determinadas por el Comité de Ancianos. Pero Jonás, un niño que cumple doce años, ha sido elegido para algo muy especial. Cuando su selección le lleva ante el más honorable de los Ancianos -el Dador-, Jonás comienza a darse cuenta de los oscuros secretos que subyacen tras la frágil perfección de su mundo.


Siguiendo con la estela del club de lectura en el que participé, el último libro que leímos fue The Giver (creo que en español lo han traducido como el “El dador de recuerdos”). Este libro cuenta la historia de Jonás, uno chico que vive en una comunidad muy especial: no hay posibilidad de decisión. Todo lo que os podáis imaginar está determinado por ley, de manera que los personajes del libro no tienen poder de decisión.

“I feel sorry for anyone who is in a place where he feels strange and stupid.”

Todos los aspectos de la vida en la comunidad están fijados: cada matrimonio (fijado por parámetros no por amor) tiene dos hijos (un niño y una niña). No obstante, todos los niños de la comunidad son fruto de las “paridoras”, que son las mujeres encargadas de dar a luz. Ese es su trabajo. Nadie más puede tener hijos. 

“It is much easier to be brave if you do not know everything.”

La vida de Jonás sigue los tempos marcados por las reglas, pero pequeños detalles nos hacen ver que él es diferente. Cuando llega la ceremonia de su duodécimo aniversario es el momento en que deben asignarle un trabajo para toda la vida. Y aquí es donde todo cambia.

“Take pride in your pain; you are stronger than those who have none”

Creo que hasta aquí puedo compartir con vosotros porque realmente este momento es el crucial para la historia. A partir de ahí, todo empieza a desvelarse muy poco a poco. Definitivamente, este libro es una lectura excelente para los adolescente. Se pueden sacar múltiples lecturas de él y sobretodo, creo que tiene un mensaje muy potente para poder reflexionar. Porque creo que tenemos la suerte de poder decidir muchas cosas en nuestra vida y a veces, no somos capaces de valorarlo.

“The worst part of holding the memories is not the pain. It's the loneliness of it. Memories need to be shared.”

Hoy es la ceremonia Anual, venid conmigo y veremos las nuevas asignaciones. Creo que este año se anunciará algo muy importante…



Una última cosa: creo que en el club de lectura alguna compañera comentó que existe la película. No he tenido el placer de verla, pero se ve que es bastante fiel al libro. 




Por Nynia

17 de septiembre de 2018

Donde fuimos invencibles por María Oruña

Título: Donde fuimos invencibles
Autor: María Oruña
Editorial: Destino
Nº Pág.: 414 pág.
Género: Suspense
Primera edición: abril 2018


El verano está terminando y la teniente Valentina Redondo está contando los días para empezar sus vacaciones. Pero algo insólito sucede en el centro mismo del pueblo costero de Suances: el jardinero del antiguo Palacio del Amo ha aparecido muerto en el césped de esa enigmática propiedad.

El palacio es una de las casonas con más historia de los alrededores, y después de permanecer mucho tiempo deshabitada, el escritor americano Carlos Green, heredero de la propiedad, ha decidido instalarse temporalmente en el lugar donde vivió sus mejores veranos de juventud. Pero la paz que buscaba se verá truncada por el terrible suceso, y aunque todo apunta a una muerte por causas naturales, parece que alguien ha tocado el cadáver, y Carlos confiesa que en los últimos días ha percibido presencias inexplicables a la razón.

A pesar de que Valentina es absolutamente escéptica en torno a lo paranormal, tanto ella como su equipo, e incluso su pareja, Oliver, se verán envueltos en una sucesión de hechos insólitos que les llevarán a investigar lo sucedido de la forma más extravagante y anómala, descubriendo que algunos lugares guardan un sorprendente aliento atemporal y secreto y que todos los personajes tienen algo que contar y ocultar.


Como persona tengo un defecto o una virtud, según como se mire, y es que soy capaz de disfrutar de las tareas que menos me gustan. Así que aunque detesto limpiar la cocina y me cuesta horrores ponerme a ello cada semana, una vez que la bayeta está en mis manos le veo la gracia a la cosa. Eso me pasa también con los libros: aunque no me guste uno, lo termino, por pura cabezonería y porque creo que es imposible formarse una opinión solo con las primeras 50 o 100 páginas. Esa capacidad de resistencia la he tenido que usar en parte con la novela que traigo hoy pero no porque no sea un buen libro sino que soy incapaz de empatizar con ningún personaje.

Pero vayamos por partes. Donde fuimos invencibles es la tercera parte de la Serie Puerto Escondido de María Oruña. Las dos primeras novelas cayeron en mis manos por la gracia de Nynia que me las regaló el año pasado por mi cumpleaños. Y todas ellas tienen como protagonista a Valentina Redondo, teniente de la Guardia Civil, una mujer de armas tomar, con un carácter peculiar y mirada bicolor que traspasa a aquél que mira. Y, al igual que me pasó con las anteriores entregas, pese a que creo que es un personaje bastante bien dibujado con una psicología muy bien pensada, no he sido capaz de identificarme con ella ni con ninguno de sus compañeros.

"La vida nos hace tropezar con escenarios llenos de magia. Hasta en la muerte más grotesca puede haber belleza: el brillo de una última dignidad, un agonizante asomo de resistencia".

Pero, tal y como he escrito más arriba, decidí seguir leyendo aunque no fueran los libros que más me entretuviesen. En este caso nos encontramos con que la acción transcurre en Suances, en una casona con mucha historia, la Quinta del Amo. Me ha encantado que ese palacete o algo similar realmente existe y que la autora ha tenido base física para describirlo. Eso se nota mucha y la Quinta del Amo se convierte así en uno de los personajes de todo el libro

En esta idílica ubicación el jardinero aparece muerto por lo que aparenta ser una muerte natural pero enseguida, Carlos Green, el heredero de la finca, le cuenta a Valentina y a su equipo los extraños sucesos paranormales que han sucedido en las últimas semanas. Así, luces que van y vienen, el gramófono que se enciende y se apaga, una apariencia etérea que se presenta y moratones que aparecen en su cuerpo, todos fenómenos sin explicar dan lugar a una situación peculiar. Por todo ello nuestra protagonista decide indagar un poco más y cerciorarse que realmente ha sido muerte natural.

Y aunque a algunos les puede echar para atrás que se incluya este cariz paranormal como parte del argumento de la novela, creo que es su principal atractivo. De hecho esa es una de las razones por las que siempre sigo leyendo las novelas de María Oruña. Esta autora hace un trabajo tan excepcional en la labor previa de documentación y lo refleja tan bien en sus libros que es como revisar una monografía sobre un tema sin los inconvenientes que eso supone. Por esto no solo seguiremos la investigación de Valentina Redondo y su equipo sino que hay otra voz en la novela, de la mano de Cristian Valle y Álvaro Marchín. Éste último es un profesor versado en el tema que expone unas ponencias de tres días en su firme defensa de que lo paranormal no existe y que todo se puede explicar científicamente. Cristian, sin embargo, es un caza fantasmas moderno que sí cree y quiere aprender más sobre las teorías del Profesor. Esa ha sido, de hecho, para mí, una de las mejores partes. Muchos datos, muchos diálogos, exposiciones razonadas, con cierto punto de humor y la dosis justa de teología y escepticismo.

" -Entonces, señorita Fernández, nos encontramos ante el poder que confiere a nuestras palabras el que se encuentren escritas y refrendadas por algo que asociemos a algún tipo de autoridad: lo que viene en los periódicos, en los libros... para nosotros parece adquirir una suerte de fiabilidad que damos por sentada".

Pero no hay dos sin tres. Así que tenemos una tercera línea argumental que consiste básicamente en extractos de la novela que Carlos Green está escribiendo. En realidad es una autobiografía que cuenta sus años de juventud con bastantes detalles y cómo ha evolucionado en la persona que es. Y aunque esta parte es entretenida, lo cierto es que no me ha aportada mucho. Veo por qué lo incluye la autora, como parte de la solución que se le da al asunto de lo paranormal, pero aún así no me ha servido para identificarme con Carlos Green.

Pero debo decir que pese a sus personajes, Donde fuimos invencibles es una novela ágil, con un lenguaje sencillo y accesible, con muchos diálogos y se lee rápido. A ello contribuye que los capítulos sean cortos, que se intercalen las distintas voces, de modo que nunca te aburres y siempre quieres leer más. La propia estructura de la novela es muy dinámica y me encanta que al principio de cada capítulo la autora incluya una cita. Siempre son frases interpretables que una vez terminado ese capítulo cobra un sentido especial. En este caso quiero destacar el siguiente fragmento que me pareció muy  acertado a la vez que místico.
 
"...me pasó por la cabeza la idea de que si la gente se movilizaba a la búsqueda de fantasmas era porque tenía necesidad de una verdad, la que fuese, que no sabía encontrar en su vida diaria. Y de una verdad que diese miedo, porque el miedo es una maravillosa distracción. De profesión, fantasma, Hubert Monteilhet"

Por último, quisiera destacar el papel de Oliver en la vida e investigación de Valentina. Realmente este hombre se ha convertido en uno de los personajes notables de la saga. Entiendo que debe aportar un punto de humor a la vida personal de nuestra teniente, al igual que el Comisario Caruso lo aporta a la profesional (me encanta lo deslenguado que es). Se agradecen esas notas de humor pero detesto cuando la llama baby. Manías personales pero aún así, cada vez que lo leía pensaba en Britney Spears y su famoso videoclip.
 
Concluyendo, leed a María Oruña. Dadle una oportunidad porque es una experiencia muy enriquecedora. Me gustó Puerto Escondido por la historia de Oliver, Un lugar donde ir por lo que aprendí sobre cuevas y Donde fuimos invencibles por tratar el tema de lo paranormal desde un punto de vista tan racional y real. ¿Dónde sino aprendería términos tan específicos como paraidolia? Todos estos libros, pese a formar parte de una serie, se pueden disfrutar de forma independiente sin perderse mucho, así que empezad por donde queráis.




P.D.: Pareidolia - "la denominación que damos al hecho de que nuestro cerebro trate de darle forma reconocible a estímulos vagos e indefinidos. Es nuestra forma de protegernos, de intentar identificar nuestro entorno. Usted escucha un susurro, un suspiro en el aire, pero trata de identificar una palabra en ello. Si se encuentra en un bosque y escucha un ruido, supone ver un bulto, cree identificar un oso o un jabalí y sale corriendo. Ese es su instinto básico: el de identificar a toda costa qué tiene a su alrededor para poder sobrevivir".

Por Nitha

7 de septiembre de 2018

El Coleccionista por John Fowles

Título: El Coleccionista
Autor: John Fowles
Editorial: Sexto Piso
Nº Pág.: 296 pág.
Género: Thriller psicológico, Terror
Fecha publicación original:1963
Primera edición: verano 2018


Frederick Clegg es un hombre solitario y anodino que colecciona mariposas. Miranda Grey es una radiante e inteligente niña bien que estudia arte en Londres. Frederick, que admira a Miranda pero es incapaz de abordarla con normalidad, la secuestra y la aloja con todas las comodidades en un sótano en su propiedad, una trampa perfecta acondicionada como una jaula de oro. Fowles recrea
un intenso duelo psicológico donde captor y prisionera intercambian papeles con refinamiento y crueldad, cada cual defendiendo sus propios objetivos: Miranda desea recuperar su libertad, Frederick quiere ser aceptado como un igual por el objeto de su obsesión.


Hoy traigo la reseña de uno de esos libros considerados como clásicos del género, en este caso del thriller psicológico. Tan clásico es que incluso ha sido llevado al cine dos años después de su publicación en papel, en 1965 y 1963 respectivamente. La verdad es que cada vez que leo una novela actual en cierto modo echo de menos la forma en que se escribía antes. Hoy todo gira en torno al consumidor, ¿cómo empezar una historia para enganchar al lector? Es triste pero cierto: cada vez se lee menos y el que lo hace debe quedar tan prendado del libro que no lo pueda dejar hasta la última página. Antes el inicio giraba en torno a la historia, ¿cómo empezar una historia para que sea buena? Lo esencial no era quién leía sino qué leía.

Aunque pueda parecer que soy una vieja nostálgica (y eso que aún no he cumplido los treinta) a veces me siento así y es cuando vuelvo a esos libros considerados clásicos pero que en realidad son de la época de mi madre o abuela. El caso es que la Editorial Sexto Piso nos ha traído este verano la oportunidad de leer a Fowles. Y aunque yo he leído una versión un poco más antigua se agradece encontrar un libro de 1963 en los estantes de Novedades.

En este caso conoceremos a Frederick Clegg, un gris empleado del ayuntamiento, un hombre sin ninguna nota discordante que pasa desapercibido a ojos de cualquiera. Frederick es de clase media-baja, con aficiones que hoy podrían parecer peculiares pero harto comunes en la época: colecciona mariposas y sale a pescar. Pero tiene otra afición: está obsesionado con Miranda. Una muchacha alegre, de clase alta, estudiante de arte y pintura y con una visión de la vida optimista y simple. El autor nos presenta una dicotomía en los mismos personajes. Contrapone el mal/bien, locura/cordura, oscuridad/luz, clase baja/clase alta.

Este último elemento es el que se pone más de manifiesto en la novela. Recordad que nos hallamos en 1963, apenas veinte años después del fin de la II Guerra Mundial. Es un momento difícil para todas las edades y para todas las clases sociales. Los hijos del baby boom buscan su lugar, algunas personas se ven rebajadas por sus circunstancias económicas, sabedoras que se merecen un mejor lugar por sus capacidades intelectuales. El propio Frederick se da cuenta de que aunque consiga cortejar a Miranda ésta jamás pondrá sus ojos sobre él, lo creerá inferior e indigno de su atención. Por eso se dedica a espiarla a lo largo de años, ver como crece, evoluciona, se hace más bella, como sale de su caparazón, cual mariposa bella, como aquellas que colecciona.

"Sé que no tengo eso -que no sé lo que es- que las muchachas buscan en los hombres. Me parece que se trata de alguna cosa burda y animal que yo no tengo".

Entonces Frederick gana la lotería. Se ve perdido otra vez: es rico pero no puede aspirar a una vida entre ricos pues lo rechazarían, y eso supone también que sus amigos de clase baja también lo rehúsen. Es un hombre solitario (no tiene amigos) y ciertamente reprimido por su tía y sobrina (sus padres murieron). Envía a éstas a Australia con otros miembros de su familia y al verse solo y sin saber qué hacer decide hacer realidad sus sueños, decide coleccionar a la mariposa más importante de su colección, a Miranda.

"Yo sé perfectamente lo que soy para él: una mariposa que siempre ha ansiado atrapar".
 
Esta novela está dividida en tres partes. La primera nos será narrada por la voz de Frederick. El autor se dedica a explorar la mente de un psicópata, analizar sus razones y su forma de ser. Creo que hay que leerlo des del punto de vista de la época. Hoy en día los avances tecnológicos nos han atrofiado en cierto sentido la capacidad de razonar. Igual que un ordenador en que con un clic todo se hace realidad, intentamos encontrar la razón de las cosas de forma intuitiva, como aquello de que la respuesta más simple suele ser la correcta. Sin embargo, la mente humana y el ser humano no son simples, somos máquinas complejas realizando procesos inductivos y deductivos a la vez. No es posible encontrar el resorte que hace encender la chispa de buenas a primeras. Esto se refleja muy bien en esta novela y en la persona de Frederick. Él no es feliz con nada, ni siquiera con su nombre, pues luego se presenta ante Miranda como Ferdinand.

La segunda parte será narrada con voz de Miranda. En realidad se trata de contar los mismos hechos pero desde su punto de vista. Ella es una muchacha feliz, inconsciente de su propia suerte, de su propia buena situación en la sociedad. Y aunque cree llevar una vida crítica con la realidad, filosófica a veces, en realidad sólo se dedica al lado "bonito" del mundo. Estudia arte, pretende formarse intelectualmente y tiene un cierto affaire con un hombre que podría ser su padre aunque no se decide aún, no quiere atravesar esa línea de lo sexual que no permite una marcha atrás.

"He aquí un extraño pensamiento. No quisiera que todo esto que me sucede no hubiese sucedido. Porque si algún día consigo escapar, o me deja en libertada (esto último ya lo dudo), seré una persona completamente distinta y, así lo espero, mejor.".

Esta es la parte que se me hecho un  poco más pesada. La protagonista, acorde con su naturaleza de mariposa delicada, no para de recordar y analizar su vida anterior. En algunos momentos se siente su angustia por la incertidumbre de su propia situación: no comprende y no sabe qué quiere de ella Frederick, al que ha bautizado como Calibán (una alusión muy aguda a Shakespeare). Es en esos momentos cuando sentimos más su terror, el miedo a lo desconocido.

Y la tercera parte es un Epílogo, con voz de Frederick, que analiza el final de la historia de él y Miranda. Un final tiste pero que tenía que serlo para uno de los dos en todo caso. La verdad es que me produjo escalofríos por todo lo que se cuenta y lo que se deja de contra. Un final magistral.
 
Desde luego es una lectura recomendable para cualquiera, amante o no del género. Además, es uno de esos libros que tiene historia más allá de su publicación. Algunos, en su día y en los años posteriores, la calificaron como "libro maldito" porque consideraban que "daba ideas a las mentes perturbadas". En realidad lo que creo que ha pasado y pasará siempre es que hombres buenos y malos siempre han existido y existirán y aquellos que tienen pensamientos psicópatas siempre estarán allí. Lo que se criticó en su día es que esos hombres, al leer la novela, dejaron de cuestionarse, al igual que hace el protagonista, que sus pensamientos son extraños a ellos, que deben reprimirlos. Y al ver una persona, aunque sea ficticia, que consigue el fin que se propone, que hace realidad sus deseos más oscuros, se verán inspirados por ello y pensarán aquello tan moderno "Si él puede, yo también".



Y allí tenemos muchos ejemplos, como Christopher Wilder, llamado el asesino de la Reina de Belleza, que raptó, agredió sexualmente y mató al menos a 8 mujeres. Wilder había memorizado el texto de El Coleccionista casi palabra por palabra y se encontró una copia de este libro entre sus pertenencias. Y así tenemos otros ejemplos de psicópatas que vieron en la novela de Fowles un espejo de sus propias pulsiones antinaturales. Además todo esto se vio exacerbado por la adaptación cinematográfica hecha dos años después, en 1965, que dio aún más fama a la historia convirtiéndola junto con sus seguidores enajenados en todo un fenómenos social.

"El otro día leí en un diario, en la sección "Pensamientos del día": "Lo que el agua es para el cuerpo, lo es el propósito para la mente". Me parece que eso es muy cierto, porque cuando Miranda se convirtió en el propósito de mi vida, demostré que, a juzgar por los resultados, por lo menos soy tan bueno como la generalidad de los hombres". 

Vaya, parece que la reseña se me ha alargado un poco. Este es uno de esos casos en los que no sé si he hecho justicia al libro que reseño porque se me han quedado cosas en el tintero y porque es una prosa genial.



Por Nitha

2 de septiembre de 2018

Septiembre, Mes de la novela guerrera + Sorteo

¡Hola a todos! Os voy a contar una cosa más sobre mis manía: me encanta el fresco, los jerseys de lana, las chaquetas gordas y las mantas. Y viviendo en España son placeres que pueden llegar a ser escasos. Pero ya estamos en septiembre y el otoño está cerca. ¡Y qué gusto poder leer con un poco de aire fresco! 

Como ya viene siendo tradición, este blog se apunta a la iniciativa del mes temático organizada por Laky de Libros que hay que leer. Este mes toca la novela guerrera.


Nos os asustéis por el nombre. Tal y como nos cuenta Laky se trata de leer y reseñar una o varias novelas encuadradas en un periodo de guerra. Además también hay indicados algunos títulos a modo de ejemplo. Aquí os dejo el enlace.

En este post iré dejando los links a las reseñas que vaya leyendo.


Además, voy a aprovechar esta entrada y apuntarme también al sorteo que Laky organiza de la novela Se llamaba Manuel de Víctor Fernández Correas.

¡Deseadme suerte!