7 de septiembre de 2018

El Coleccionista por John Fowles

Título: El Coleccionista
Autor: John Fowles
Editorial: Sexto Piso
Nº Pág.: 296 pág.
Género: Thriller psicológico, Terror
Fecha publicación original:1963
Primera edición: verano 2018


Frederick Clegg es un hombre solitario y anodino que colecciona mariposas. Miranda Grey es una radiante e inteligente niña bien que estudia arte en Londres. Frederick, que admira a Miranda pero es incapaz de abordarla con normalidad, la secuestra y la aloja con todas las comodidades en un sótano en su propiedad, una trampa perfecta acondicionada como una jaula de oro. Fowles recrea
un intenso duelo psicológico donde captor y prisionera intercambian papeles con refinamiento y crueldad, cada cual defendiendo sus propios objetivos: Miranda desea recuperar su libertad, Frederick quiere ser aceptado como un igual por el objeto de su obsesión.


Hoy traigo la reseña de uno de esos libros considerados como clásicos del género, en este caso del thriller psicológico. Tan clásico es que incluso ha sido llevado al cine dos años después de su publicación en papel, en 1965 y 1963 respectivamente. La verdad es que cada vez que leo una novela actual en cierto modo echo de menos la forma en que se escribía antes. Hoy todo gira en torno al consumidor, ¿cómo empezar una historia para enganchar al lector? Es triste pero cierto: cada vez se lee menos y el que lo hace debe quedar tan prendado del libro que no lo pueda dejar hasta la última página. Antes el inicio giraba en torno a la historia, ¿cómo empezar una historia para que sea buena? Lo esencial no era quién leía sino qué leía.

Aunque pueda parecer que soy una vieja nostálgica (y eso que aún no he cumplido los treinta) a veces me siento así y es cuando vuelvo a esos libros considerados clásicos pero que en realidad son de la época de mi madre o abuela. El caso es que la Editorial Sexto Piso nos ha traído este verano la oportunidad de leer a Fowles. Y aunque yo he leído una versión un poco más antigua se agradece encontrar un libro de 1963 en los estantes de Novedades.

En este caso conoceremos a Frederick Clegg, un gris empleado del ayuntamiento, un hombre sin ninguna nota discordante que pasa desapercibido a ojos de cualquiera. Frederick es de clase media-baja, con aficiones que hoy podrían parecer peculiares pero harto comunes en la época: colecciona mariposas y sale a pescar. Pero tiene otra afición: está obsesionado con Miranda. Una muchacha alegre, de clase alta, estudiante de arte y pintura y con una visión de la vida optimista y simple. El autor nos presenta una dicotomía en los mismos personajes. Contrapone el mal/bien, locura/cordura, oscuridad/luz, clase baja/clase alta.

Este último elemento es el que se pone más de manifiesto en la novela. Recordad que nos hallamos en 1963, apenas veinte años después del fin de la II Guerra Mundial. Es un momento difícil para todas las edades y para todas las clases sociales. Los hijos del baby boom buscan su lugar, algunas personas se ven rebajadas por sus circunstancias económicas, sabedoras que se merecen un mejor lugar por sus capacidades intelectuales. El propio Frederick se da cuenta de que aunque consiga cortejar a Miranda ésta jamás pondrá sus ojos sobre él, lo creerá inferior e indigno de su atención. Por eso se dedica a espiarla a lo largo de años, ver como crece, evoluciona, se hace más bella, como sale de su caparazón, cual mariposa bella, como aquellas que colecciona.

"Sé que no tengo eso -que no sé lo que es- que las muchachas buscan en los hombres. Me parece que se trata de alguna cosa burda y animal que yo no tengo".

Entonces Frederick gana la lotería. Se ve perdido otra vez: es rico pero no puede aspirar a una vida entre ricos pues lo rechazarían, y eso supone también que sus amigos de clase baja también lo rehúsen. Es un hombre solitario (no tiene amigos) y ciertamente reprimido por su tía y sobrina (sus padres murieron). Envía a éstas a Australia con otros miembros de su familia y al verse solo y sin saber qué hacer decide hacer realidad sus sueños, decide coleccionar a la mariposa más importante de su colección, a Miranda.

"Yo sé perfectamente lo que soy para él: una mariposa que siempre ha ansiado atrapar".
 
Esta novela está dividida en tres partes. La primera nos será narrada por la voz de Frederick. El autor se dedica a explorar la mente de un psicópata, analizar sus razones y su forma de ser. Creo que hay que leerlo des del punto de vista de la época. Hoy en día los avances tecnológicos nos han atrofiado en cierto sentido la capacidad de razonar. Igual que un ordenador en que con un clic todo se hace realidad, intentamos encontrar la razón de las cosas de forma intuitiva, como aquello de que la respuesta más simple suele ser la correcta. Sin embargo, la mente humana y el ser humano no son simples, somos máquinas complejas realizando procesos inductivos y deductivos a la vez. No es posible encontrar el resorte que hace encender la chispa de buenas a primeras. Esto se refleja muy bien en esta novela y en la persona de Frederick. Él no es feliz con nada, ni siquiera con su nombre, pues luego se presenta ante Miranda como Ferdinand.

La segunda parte será narrada con voz de Miranda. En realidad se trata de contar los mismos hechos pero desde su punto de vista. Ella es una muchacha feliz, inconsciente de su propia suerte, de su propia buena situación en la sociedad. Y aunque cree llevar una vida crítica con la realidad, filosófica a veces, en realidad sólo se dedica al lado "bonito" del mundo. Estudia arte, pretende formarse intelectualmente y tiene un cierto affaire con un hombre que podría ser su padre aunque no se decide aún, no quiere atravesar esa línea de lo sexual que no permite una marcha atrás.

"He aquí un extraño pensamiento. No quisiera que todo esto que me sucede no hubiese sucedido. Porque si algún día consigo escapar, o me deja en libertada (esto último ya lo dudo), seré una persona completamente distinta y, así lo espero, mejor.".

Esta es la parte que se me hecho un  poco más pesada. La protagonista, acorde con su naturaleza de mariposa delicada, no para de recordar y analizar su vida anterior. En algunos momentos se siente su angustia por la incertidumbre de su propia situación: no comprende y no sabe qué quiere de ella Frederick, al que ha bautizado como Calibán (una alusión muy aguda a Shakespeare). Es en esos momentos cuando sentimos más su terror, el miedo a lo desconocido.

Y la tercera parte es un Epílogo, con voz de Frederick, que analiza el final de la historia de él y Miranda. Un final tiste pero que tenía que serlo para uno de los dos en todo caso. La verdad es que me produjo escalofríos por todo lo que se cuenta y lo que se deja de contra. Un final magistral.
 
Desde luego es una lectura recomendable para cualquiera, amante o no del género. Además, es uno de esos libros que tiene historia más allá de su publicación. Algunos, en su día y en los años posteriores, la calificaron como "libro maldito" porque consideraban que "daba ideas a las mentes perturbadas". En realidad lo que creo que ha pasado y pasará siempre es que hombres buenos y malos siempre han existido y existirán y aquellos que tienen pensamientos psicópatas siempre estarán allí. Lo que se criticó en su día es que esos hombres, al leer la novela, dejaron de cuestionarse, al igual que hace el protagonista, que sus pensamientos son extraños a ellos, que deben reprimirlos. Y al ver una persona, aunque sea ficticia, que consigue el fin que se propone, que hace realidad sus deseos más oscuros, se verán inspirados por ello y pensarán aquello tan moderno "Si él puede, yo también".



Y allí tenemos muchos ejemplos, como Christopher Wilder, llamado el asesino de la Reina de Belleza, que raptó, agredió sexualmente y mató al menos a 8 mujeres. Wilder había memorizado el texto de El Coleccionista casi palabra por palabra y se encontró una copia de este libro entre sus pertenencias. Y así tenemos otros ejemplos de psicópatas que vieron en la novela de Fowles un espejo de sus propias pulsiones antinaturales. Además todo esto se vio exacerbado por la adaptación cinematográfica hecha dos años después, en 1965, que dio aún más fama a la historia convirtiéndola junto con sus seguidores enajenados en todo un fenómenos social.

"El otro día leí en un diario, en la sección "Pensamientos del día": "Lo que el agua es para el cuerpo, lo es el propósito para la mente". Me parece que eso es muy cierto, porque cuando Miranda se convirtió en el propósito de mi vida, demostré que, a juzgar por los resultados, por lo menos soy tan bueno como la generalidad de los hombres". 

Vaya, parece que la reseña se me ha alargado un poco. Este es uno de esos casos en los que no sé si he hecho justicia al libro que reseño porque se me han quedado cosas en el tintero y porque es una prosa genial.



Por Nitha

13 comentarios:

  1. Tengo muuuuchas ganas de leer algo de este hombre, me encanta el género =)

    Besotes

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    1. Yo lo acabo de descubrir, como aquel que dice. Y también le he echado el ojo a otras dos de sus obras El Mago y La Mujer del Teniente Francés.
      Besotes!

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  2. Qué buena pinta tiene Nitha! No lo conocía, y como también soy una nostálgica y me gusta leer lo que leía mi abuela hace muchos años, me lo apunto ;) Además me llama la atención cómo tratará el autor el tema de la psicopatía.

    Besitos

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    1. Si te gusta los libros a la antigua usanza, lo disfrutarás. Y la película tampoco tiene desperdicio. Gracias por leerme. Un besote!

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  3. No lo conocía, pero tiene muy buena pinta! Gracias por descubrime esta obra

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  4. Hola guapa, la verdad es que llama la atención. No sé si me haré con él, pero desde luego es curioso.
    Un besazo

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    1. Es un libro atípico del género pero 100% recomendable. Espero que se cruce en tu camino.
      Besotes!

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  5. Hola!
    Cada día me gusta salir más de mi zona de confort y la verdad que este pinta genial para seguir saliendo de ella así que me lo llevo apuntado.
    Soy nueva por aquí, me quedo y te invito al mío.

    −Fantasy Violet−
    Besotes! ♥ 

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    1. Gracias por pasarte por aquí y ya te sigo de vuelta!
      Nos leemos. Besotes!

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  6. No había escuchado hablar de este libro pero la temática de los secuestros siempre me ha parecido de lo más interesante. ¡Me lo apunto! Muchas gracias por la reseña.

    ¡Nos vemos entre páginas!
    La vida de mi silencio

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    1. Pues si te gustan los secuestros lo disfrutarás. La relación de Frederick y Miranda es fascinante y tiene mucho jugo.
      Por cierto, ya me he pasado por tu blog y te sigo de vuelta. Nos leemos.
      Besotes!

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  7. Ya te sigo de vuelta! Gracias por leerme. Besotes!

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