Editorial: Plaza & Janes
editores
Nº de páginas: 1.200
Género:
Fantasía
Año
1º edición: 2011
“El hombre había desaparecido. El mito no.
Músico,
mendigo, ladrón, estudiante, mago, trotamundos, héroe y asesino, Kvothe había
borrado su rastro. Y ni siquiera ahora que le han encontrado, ni siquiera
ahora que las tinieblas invaden los rincones del mundo, está dispuesto a
regresar.
Pero su historia prosigue, la aventura continúa, y Kvothe seguirá
contándola para revelar la verdad tras la leyenda.”
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No sé por
donde empezar. Una obra maestra, bajo mi humilde opinión. Me encantaría
escribir mil cosas sobre este libro, pero a la vez, no quiero desvelar ni un
solo secreto.
“Porque eres demasiado entusiasta para tener la paciencia
necesaria. Eres demasiado orgulloso para escuchar como es debido. Y eres
demasiado listo. Eso es lo peor.”
Es el segundo
día que Kvothe nos cuenta su historia. En el primer día de su relato nos dejó
en la universidad y lo retoma en el mismo punto. Pero este libro, es sin duda,
un viaje hacía adelante. Kvothe está creciendo y como tal, nuevas inquietudes se abren ante él.
“Las preguntas que no podemos contestar son las que más nos
enseñan. Nos enseñan a pensar. Si le das a alguien una respuesta, lo único que
obtiene es cierta información. Pero si le das una pregunta, él buscará sus
propias respuestas.”
La primera
parte del libro nuestro protagonista sigue en la Universidad, pero después se
ve “empujado” a buscar el viento. Y se ve inmerso en una aventura tras
otra que la acercarán a su propósito y a la vez, lo harán sentirse más lejos.
Un sinfín de
nuestros personajes secundarios aparecerán, y de verdad, que ningúno tiene
desperdicio: Tempi, Felurian, Vashet… Cada pedacito de su vida que comparten
con Kvothe es, sinceramente, un regalo.
Pero al final
de todo viaje, uno siempre vuelve a casa y para Kvothe, lo más cerca que se le
parece un hogar es allá donde estén sus amigos: Fela, Sim, Will… y por supuesto
Denna.
Sé que me
repito, pero no dejéis de leer este grandioso libro, y sobretodo, leed con
mucha atención el prólogo y el epílogo, porque creo que esconden la verdad más
profunda, esa que no se ve con los ojos, pero que se siente en todo el cuerpo.
“La Posada Roca de Guía era suya, y también era suyo el
tercer silencio.”
Sentaros cerca
del fuego de la chimenea, antes de cenar vamos a contar historias. ¿Queréis que
os cuente una historia sobre los Rhinta? ¿Sí? Pues escuchad atentamente…
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