Editorial:Alfaguara
Nº
Pág.: 160 pág.
Género:Novela policíaca
Primera
edición: 2013
Jean Garnier es un joven solitario que lo ha perdido todo: su trabajo, tras la muerte misteriosa de su jefe; su novia, en un extraño accidente, y Rosie, su madre y principal apoyo, que ha sido encarcelada. Para dar rienda suelta a su dolor, planea hacer explotar siete obuses, uno por día, en distintos puntos de la geografía francesa. Después del primer estallido se entrega a la policía. Su única condición para evitar la catástrofe es la liberación de su madre. El comisario Verhoeben se encuentra ante un gran dilema: ¿es Jean un lunático con delirios de grandeza o una verdadera amenaza para todo el país? |
Esta es una novela de Pierre Lemaitre, uno de mis escritores favoritos, que tuve el placer de descubrir después de que una alma caritativa y comprensiva de mis deseos lectores me regalare Irène, la primera de una serie de novelas con el mismo protagonista Camille Verhoeben. Un comisario francés muy atípico no sólo física y psicológicamente sino mentalmente, que es uno de los aspectos que más me ha gustado.
Pero empecemos desde el principio. Nuestro comisario hace frente a una serie de casos en los cuatro libros que cuenta, de momento, y Rosy & John es el tercero de ellos. Algunos dirían que les gusta empezar las sagas por el inicio. Y en ese caso Irène es la novela en cuestión. Pero yo siempre suelo ir a contracorriente y empiezo mis reseñas por el tercer volumen. Pero hay tres razones para ello: primero, porque todas los casos en Camille son independientes y por tanto no suponen que nos perdamos nada del anterior como pasa en muchas novelas policíacas; segundo, porque la personalidad de nuestro protagonista está tan bien perfilada por el autor, que leas el libro que leas, puedes entender sus obsesiones; y tercero: porque me acabo de terminar Rosy & John y me parece un desperdicio dejar para más adelante estos sentimientos que tengo hacia Sr. Lemaitre y una de sus historias.
Camille es un hombre de estatura muy baja, un metro y cuarenta cinco centímetros pero todo en él es grande. Su ego, su pasión por la pintura, su disgusto con la música que le impide pensar, sus dotes de deducción y su intuición. No es un personaje que inspire empatía ni encanto pero en Rosy & John uno casi no se da cuenta porque todo en esta novela pasa apoteósicamente deprisa. Tres días son los que nos entrega Pierre Lemaitre.
Pero empecemos desde el principio. Nuestro comisario hace frente a una serie de casos en los cuatro libros que cuenta, de momento, y Rosy & John es el tercero de ellos. Algunos dirían que les gusta empezar las sagas por el inicio. Y en ese caso Irène es la novela en cuestión. Pero yo siempre suelo ir a contracorriente y empiezo mis reseñas por el tercer volumen. Pero hay tres razones para ello: primero, porque todas los casos en Camille son independientes y por tanto no suponen que nos perdamos nada del anterior como pasa en muchas novelas policíacas; segundo, porque la personalidad de nuestro protagonista está tan bien perfilada por el autor, que leas el libro que leas, puedes entender sus obsesiones; y tercero: porque me acabo de terminar Rosy & John y me parece un desperdicio dejar para más adelante estos sentimientos que tengo hacia Sr. Lemaitre y una de sus historias.
Camille es un hombre de estatura muy baja, un metro y cuarenta cinco centímetros pero todo en él es grande. Su ego, su pasión por la pintura, su disgusto con la música que le impide pensar, sus dotes de deducción y su intuición. No es un personaje que inspire empatía ni encanto pero en Rosy & John uno casi no se da cuenta porque todo en esta novela pasa apoteósicamente deprisa. Tres días son los que nos entrega Pierre Lemaitre.
"Los niños suelen conmover a Camille, siempre se ha sentido cercano a ellos por su talla. Al mismo tiempo, es el tipo de policía que se emociona con facilidad. De lágrima fácil. Y eso, en un policía..., en fin, dejémoslo".Todo empieza un día cualquiera, en una de las calles de París donde explota un obús perdido de la Primera Guerra Mundial, que alguien colocó allí. Y, al cabo de unas horas, John Garnier, al que no le gusta que le llamen así, sino Jean, se presenta en la comisaría de Verhoeben confesándose culpable y exige ver a Camille ya que sólo hablará con él. ¿Su amenaza? Seis obuses más. ¿Su petición? Liberar a su madre, Rosie, recién encarcelada por haber atropellado a su novia.
"Sea como sea, lo ha hecho lo mejor posible con los medios de que disponía. Ahora, como dice Rosie: "El trabajo no lo es todo en la vida. También está la suerte"."El proceso policial empieza su curso y después de los pertinentes interrogatorios e informes de investigación el comisario Verhoeben se enfrenta a un caso complejo donde nada es lo que parece y detalles intrascendentes solucionan el misterio. Y, de hecho, esa es la especialidad de nuestro protagonista, que aún siendo bajito y muchas veces despreciado por ello por sus compañeros, infravalorado como nadie, es capaz de ver más allá de los datos y encontrar esas pautas escondidas entre los datos que permiten resolver los laberintos.
"Pensamos que el terrorismo es algo muy sofisticado pero, de hecho, no lo es."Rosy & John es una de esas novelas cortas, intensas que hace que las leas en una sola tarde, que te atrapa hasta que llegues al final. Si escribo desde mi perspectiva de lectora accidental puedo decir que me ha encantado, si lo hago desde el punto de vista de alguien que ya ha leído Irène y Alex, pues puedo decir que el persona principal tiene mucho más contenido que el que se ve aquí. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que en un primer momento fue escrita para su lectura en los móviles, de allí que sea más corta que las demás de la serie Verhoeben, así que lo perdonamos.
De modo que si os animáis a pasar un par de horas con Rosy & John y después de quedar atrapados con ella, que lo estaréis, coged Irène y Alex, que os encantará.
Por Nitha
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