Editorial: Salamandra
Nº Páginas: 448 pág.
Género: Narrativa (gótico)
Primera edición: 2015
Un día de otoño de 1686, una joven de dieciocho años llama a la
puerta de una casa señorial en el barrio más acomodado de Ámsterdam. Nella
Oortman se ha trasladado del campo a la ciudad para convivir con su marido,
Johannes Brandt, un hombre maduro y distinguido comerciante que habita en la
mansión en compañía de su hermana soltera y rodeado de fieles servidores.
Como regalo de boda, Johannes obsequia a su flamante esposa un objeto muy de
moda entre la gente pudiente de la época: una réplica de su propia casa en
miniatura, que Nella deberá poblar con las figuras creadas por una
desconocida miniaturista que ha encontrado por azar. Sin embargo, poco a
poco, el amable pasatiempo se irá transformando en la clave de una serie de
inquietantes revelaciones que conducirán a Nella a desenmascarar los secretos
más oscuros de los actuales moradores de la casa —incluido su marido—,
arrojando luz sobre los peligros que amenazan la supervivencia de su nueva
familia.
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Lo prometido es deuda. Reinauguramos el blog, con la primera
de muchas reseña de 2016.
Y el libro elegido es La Casa de las Miniaturas por Jessie
Burton. Una novela muy recomendada en muchos blogs literarios e incluso por
alguna de las listas de nuestros periódicos nacionales. De tanto encontrármela al
final acabó en mis manos y la verdad es que no me arrepiento para nada.
Diría que lo que más me ha gustado de toda la historia es su
ambientación. Pocas veces me ha sorprendido el escenario escogido por el autor
para dar vida a sus personajes, puesto que todos sabemos que donde hay una
buena historia que contar poco importa el decorado. Pero, en este caso, el
propio decorado es un personaje en sí mismo: Ámsterdam de 1686, un lugar bastante
civilizado, si nos remitimos a la época. También es el momento de las grandes
compañías navieras, del apogeo del comercio y de la paranoia de la Iglesia de
ver pecados en todas las esquinas.
“Sin embargo, en Ámsterdam las palabras son como agua, inundan los oídos y ceden paso a la podredumbre,… La compasión a diferencia del odio, puede guardarse en un rinconcito y olvidarse.”
La autora consigue tejer con maestría una trama que, al
principio se presenta como muy evidente: una chica de pueblo llega a la ciudad,
a la casa de su marido. Allí se encuentra a Marin, la hermana del susodicho y
dos criados: una huérfana y un afroamericano. Nella, nuestra protagonista,
sueña con el amor, con satisfacer a su marido, con ser una buena esposa, madre,
señora de la casa y vivir prósperamente hasta que la muerte se la lleve. Pero
nada de eso tan normal, tan elemental en la época en la que nos encontramos,
llegará a pasar jamás.
Por el contrario, lo único que recibe de su marido, no es un
beso, sino una casa en miniaturas, como regalo de boda, una réplica exacta de
aquella misma en la que se encuentran. Y decide amueblarla acudiendo a una
miniaturista, una mujer, además. No hace falta decir en el siglo XVII una mujer
que no tuviese compañía masculina, pasada cierta edad, está muy mal vista.
Pero nuestra Nella no tiene prejuicios y acude a ella. Los
paquetes que va recibiendo sutilmente consiguen tejer toda la trama y desvelar
secretos allí donde parecía todo evidente. Cada miembro de la casa tiene algo
que esconder, unos más que otros, pero todos están llenos de secretos, de
silencios, de frases dichas con doble sentido.
“Como siembre – piensa Nella . – Componemos un tapiz de esperanza y no hay nadie que lo teja, más que nosotros mismos.”
Creo que es uno de esos libros que uno ha de leer dos veces, la primera para conocer
la magia de la historia, para raspar la superficie, por así decirlo. Y la
segunda, porque muchas frases dichas, comentarios hechos cobran nueva vida a posteriori. De repente un “Te quiero”
ya no significa lo que debería. Eso es, precisamente, lo más interesante y
divertido de esta novela.
Por último, no puedo dejar de decir que los personajes
femeninos de este libro son interesantísimos. Supongo que el hecho de que la
autora sea una mujer tendrá algo que ver. Me ha encantado la firmeza de Marin,
la capacidad de ser oscura y clara a la vez, de cogerle manía desde la página
uno y tenerle cariño en la página 400. Y Nella, una niña llena de sueños que se
convierte en una mujer reflexiva y práctica en tan poco tiempo. También
Cornelia, con una cabeza llena de pajarillos pero leal y buena, como nadie. Y no
puede faltar un verdugo, Agnes, la mujer que lo lió todo, aparentemente…
Lo único que le puedo criticar a La Casa de las Miniaturas
es algún que otro interrogante que se me ha quedado por el camino sin resolver.
Por supuesto que tengo varias teorías al respecto pero nada conclusivo. O quizá
soy yo la que necesita releer toda la historia para comprender un par de
cosillas.
Al fin y al cabo es uno de esos libros que hay que desenredar.
No sé
yo…
Por Nitha
Me gusto muchísimo la historia y la forma de narrar de la autora pero recientemente he leído La Musa y me defraudó. A ver la próxima novela de Jessie Burton que tal porque yo seguiré leyendo a esta autora.
ResponderEliminarBesos
No lo he leído, pero también le tengo echado el ojo desde que vi sus buenas críticas cuando salió...algún día lo leeré porque no solo me parece super original su trama sino que también me da la sensación de que sería una lectura que disfrutaría mucho.
ResponderEliminarBesitos