¡Es increíble cómo pasa el tiempo! Hace un minuto era 2015 y ya estamos a 7 de enero de 2016. Un nuevo año que empieza y que todos solemos recibir con nuevos propósitos, nuevas ideas, nuevos pájaros volando por la cabeza.
Mis amigos saben muy bien lo aficionada que soy a los propósitos de año nuevo y éste no podría ser la excepción. Y aunque no pienso reproducirlos aquí, sí que quiero compartir uno de ellos, para que así me sea más difícil no cumplirlo.
Este blog que empecé con mi amiguísima, allá por 2014, lo he tenido completamente olvidado, desaprovechado y lleno de polvo informático. Sólo de pensar en las alegrías que me daba (poquitas por las pocas reseñas que se han publicado, pero no menos importantes) me entran ganas de volver a empezar, a volver a coger impulso y hacer lo que tanto me gusta: compartir reseñas de los libros que voy leyendo.
Porque a veces uno habita en un entorno en el que la gente de tu alrededor no es precisamente lectora, que no te comprende del todo qué quieres decir cuando dices aquello "Este libro me ha marcado", que no entienden cómo puedes zamparte un libro en un día o quedarte con él en las manos hasta las 4 de la mañana, teniendo que ir a trabajar o estudiar al día siguiente...
Por eso y por muchas más razones, que un aficionado a la lectura entendería, quiero volver a escribir en este blog. Para que mi Nynia me pueda leer desde la distancia y, de paso, si alguien más disfruta con lo que garabateo aquí, pues bienvenido a nuestra buhardilla secreta, llena de libros e ideas descabelladas.
¡Prometo solemnemente que este blog queda reinaugurado hoy y hasta más allá!
¡Prometo solemnemente que escribiré reseñas y no lo abandonaré por vagancia y mal comportamiento!
¡Prometo solemnemente que disfrutaré de este nuevo 2016, que será mil veces mejor que el 2015!
¡Prometo solemnemente que Nynia lo promete también!
Así que, nuevas reseñas, nueva cabecera, nueva etapa. Allá vamos.
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