Editorial: Plutón Ediciones
Nº
Pág.: 286 pág.
Género: Novela
Fecha publicación original: Diciembre 1817
Primera
edición: 2014Catherine Morland es una muchacha "tan corriente como la que más": ni por su espíritu ni por su condición social está llamada a ser una heroína novelesca... y, sin embargo, las novelas son su debilidad. La realidad le revelará al fin un mundo acaso más absurdo y angustioso que el imaginado por la peor de sus fantasías. |
Tenía muchas ganas de reseñar esta novela. Quizás porque Jane Austen es de mis autoras preferidas, quizás porque escribió poco pero muy bien, quizás porque mi madre me ha inculcado el amor por la novela inglesa... No lo sé. El caso es que Jane Austen fue una novelista de esas que no llamaríamos prolíficas pero sus novelas son de lo más cotizado.
La Abadía de Northanger fue su primera novela pero la última en publicarse. Es más corta que las demás y más inmadura también. Algunos lectores la suelen desdeñar porque carece de ese estilo a lo Austen que sí tienen sus otras novelas y sólo con leer varias páginas uno se da cuenta que nada tiene que ver con el venerado Orgullo y Prejuicio o Sentido y Sensibilidad. Y quizás por eso me gusta tanto. Como podéis leer, vuelvo a remar contracorriente y voy a intentar explicarme, a ver si lo logro.
"Nadie que hubiera conocido a Catherine Morland en su niñez habría imaginado que el destino le reservaba un papel de heroína de novela".
Nuestra protagonista se llama Catherine Morland, una muchacha joven que recién empieza a entrar en el mundo social, tan característico de la Inglaterra del S XVIII y XIX. Presentarse en sociedad, conocer jóvenes de su status, dar buena impresión, encontrar marido y casarse bien. Pero Catherine es una persona humilde, una chica agradable, con buenos propósitos y buenos pensamientos para con todos. Algunos la llamarían ingenua, yo prefiero decir que es una buena chica.
La novela comienza con Catherine acompañando a un matrimonio amigo de su familia y vecino en heredades al balneario de Bath, un punto candente de la sociedad inglesa. Allí conoce a Isabella Thorpe, una muchacha egoísta, mentirosa, llena de falsedad que maneja con sus triquiñuelas a quien quiere y como quiere. También conocerá a John Thorpe, hermano de Isabella, que cortejará a Catherine pese a que ella le deja claro desde un buen principio que solo lo puede ver como a un amigo.
"Porque Catherine había cumplido diecisiete años sin que hombre alguno hubiera logrado despertar su corazón del letargo infantil ni inspirado una sola pasión, ni excitado la admiración pasajera y moderada".
Párrafo a parte se merece Henry Tilney, un atractivo clérigo de buena familia, hijo de un militar, del que Catherine se enamorará casi a primera vista. Un hombre bueno, con maneras exquisitas para la época y pendiente de su entorno como el que más. Pese a que los protagonistas masculinos de Jane Austen suelen ser aparentemente carentes de sentimientos para revelarse luego unos hombres muy enamorados y comprometidos, Hanry Tilney no es así. Él se muestra desde el principio atento con Catherine, aunque también he llagado a dudar sobre sus intenciones más de una vez.
Lo que más me gusta de esta novela, y es lo que la convierte en mi favorita, es que podemos ver la evolución de Catherine en su trato con su entorno. Como pasa de una joven inexperta, fantasiosa y crédula, confiada en sus amistades, particularmente con Isabella, a convertirse en una joven más perspicaz, distinguiendo en las personas su yo de verdad y su puesta en escena frente a los demás. En un lapso de tiempo de unas semanas una niña, que no ha visto mundo, se va convirtiendo en una joven que empieza a comprender que la sociedad londinense no es ese cuento de hadas que se imaginó.
"Ni a la persona tan confiada como Catherine era capaz de engañar tamaña sarta de palabras insulsas. Las contradicciones y falsedades que de la carta se desprendían fueron advertidas por la muchacha, que se sintió avergonzada (...)".
La novela continuará posteriormente en la Abadía de Northanger donde Catherine será invitada por el Sr. Tilney Senior, donde seguiremos viendo esa evolución de nuestra protagonista hacia una mujer adulta, pese a algunos episodios en los que su imaginación le jugará malas pasadas. ¿Cómo una ávida lectora de novela gótica puede resistirse a arcones cerrados y salas prohibidas?
Por supuesto me dejo un sinfín de personajes secundarios que son esenciales en esta novela. Pero invito al lector que quiera conocerlos por ellos mismos. No sé si he sido capaz de transmitir el porque me ha encantado la Abadía de Northanger frente a las demás novelas de Austen. Tiene un estilo desenfadado, humorística, a la vez tendente a la parodia y caricatura. Me ha encantado esas frases de Austen de ¿por qué escribo? ¿y si escribo, de qué escribo? ¿cómo he de tratar a mi personaje principal? ¿puedo hacer de ella una tonta?. En ocasiones me daba la impresión de escuchar a la autora en un diálogo interno más que contándonos la historia de la Srta. Morland.
Y por supuesto no olvidemos que en todas las novelas de Austen el sustrato principal es el Amor.
Os invito a conocer esta primera e ingeniosa trama de esta conocida autora. Esta imperfecta novela se convierte en algo perfecto porque hasta los autores consagrados tuvieron que empezar a escribir un día.
Por Nitha
Con esta novela nos estrenamos con el Reto Nos Gustan los Clásicos.
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